La guarida de Negrabarba

viernes, agosto 25, 2006

Software libre, resistencia contra la barbarie

¿Qué sería de nosotros si cada vez que dijéramos Te Amo, tuviéramos que pagar regalías? ¿Qué pasaría si se patentasen cada una de las palabras? ¿Qué pasaría si pudiéramos patentar cada forma de vida, cada idea, cada pensamiento? ¿Qué haríamos si para enseñar a los niños a sumar dos más dos, deberíamos desembolsar un impuesto? ¿Y si se pudieran patentar las ideas, la música, el amor, las matemáticas? ¿Desaparecería la inteligencia? ¿Pagaríamos un canon cada vez que quisiéramos tener un hijo con nuestra pareja?

Esto ya está sucediendo. Hoy en día está patentado hacer una suma binaria exclusiva. También está patentada la fresa mexicana. No hablemos de la música, cualquier basura comercial tiene reglas estrictas de distribución. La poderosa industria cinematográfica demanda a miles de internautas por el robo de su Propiedad Intelectual. Las ideas matemáticas, expresadas como algoritmos ya son patentables. ¿Tiene sentido patentar al número PI? Pues ya lo está. Al menos algunas de sus porciones. Esta sinrazón es la que vivimos hoy en día. Hay resistencias, pero el poder económico y político de los dueños de las ideas se está imponiendo. No son los autores, son los intermediarios, los corporativos que tienen en sus activos la Propiedad Intelectual.

El software libre es un movimiento de resistencia contra esta barbarie que sólo nos conducirá a una nueva edad media. En donde prive la ignorancia y el miedo. El software libre surge de la visión de algunos pioneros que, tuvieron el discernimiento necesario para ver en los primeros abusos corporativos un panorama sombrío. ¿A qué se opone el software libre? A la ignorancia. ¿A quién conviene la ignorancia? A la élite en el poder.

Richard Stallman fue quien enunció las primeras ideas de libertad en esta área. Aún cuando es un brillante programador, autor de muchos programas, entre ellos de Emacs, ha dedicado su talento a construir un marco conceptual y jurídico para defender a la sociedad de los embates corporativos y a promover la libertad del software.

¿Cuál es el peligro concreto de las patentes de software? ¿Del software propietario? Pongamos un ejemplo reciente. En la ciudad de Hoboken, Nueva Jersey, se construyó un estacionamiento automatizado para ahorrar espacio. Un robot se encarga de meter y sacar los automóviles en cajones especiales. Pero la propiedad intelectual de los programas que hacen que opere ese robot pertenecen a una compañía. Cuando la Ciudad dejó de pagar los "derechos", muchos autos se quedaron atrapados y el robot dejó de operar.
http://www.wired.com/news/technology/0,71554-0.html?tw=rss.index

¿Y si ese robot fuera un marcapasos? ¿Es ético morir por no poder pagar por el uso del software?

Los Gobiernos tienen la obligación ética y moral de que cada uno de los desarrollos de programas que se hacen con el dinero de todos los ciudadanos sean libres. En otro caso, es una estafa. Es por ello que los gobiernos deben impulsar el software libre, para no depender de licenciamientos impagables, para que el dinero de los contribuyentes se utilice en lo que debe ser y no en pagar a compañías que cobran una renta por usar algo que ya está hecho.

No con esto quiero decir que el desarrollo de software no se pague. Los programadores necesitan comer, vestir y tener un techo. Pero, como el trabajo de manufactura, se paga por el trabajo efectuado una vez, no cada vez que se utilice. Esa es la esencia del software libre, pagar por el trabajo de los programadores y, una vez hecho el producto, que se pueda distribuir a todo el mundo, sin cargos ocultos o adicionales. Pagando por los trabajos de instalación, mantenimiento y cualquier otra cosa que se relacione con trabajo efectivo.

Y esto nos lleva al último punto. Si todo el mundo tiene los programas libres. ¿Qué impediría que alguien se lo apropiara? Nada. Es por ello que se tuvo que elaborar una licencia específica para programas libres. La más conocida es la licencia GNU que obliga a que, una vez que el software sea libre, cualquier otra versión que se haga a raíz de ella, tenga la obligación de seguir siendo libre.

El software libre no es un movimiento anticapitalista. Por el contrario, es un movimiento que impide las peores prácticas del capitalismo como el monopolio y la esclavitud. Permite que el trabajo productivo sea remunerado. Pero impide alcanzar los callejones sin salida. El software libre es el futuro porque permite la participación de cualquier profesional de la informática interesado en mejorar una u otra cosa. El software libre es más seguro que el propietario, porque las cartas están echadas boca arriba. No hay secretos. No hay trampas. No hay ases bajo la manga.